Monologo: SOMOS BOLUDOS ~ Me Quedo Acá

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viernes, 7 de diciembre de 2012

Monologo: SOMOS BOLUDOS


Siempre me costó expresar malas palabras en los medios, por respeto a quién está del otro lado, por pensar siempre que puede haber un niño y si el ejemplo es que se puede putear a diestra y siniestra lo hará. Pero hoy quiero confesarme: SOY UN BOLUDO, perdón SOMOS.

Somos los boludos a los que la Justicia los obliga a cumplir las leyes. Los que respetan las normas, no por miedo a la autoridad, sino por entender que la vida en sociedad depende del aporte de cada uno, y adaptar el orden puesto por leyes organiza al país.

Somos los boludos que vamos en cana si robamos una gallina. Mientras los que no son ningunos boludos caminan por las calles aireosos y señorones.

Somos los boludos a los que la Justicia los llama para reajustar las cuotas alimentarias sin importarle cuánto ganás, mientras a los no boludos les desestiman las sospechas de apropiación ilegítima de quienes criaron.

Somos los boludos que no tienen la posibilidad de regalar viajes a Miami, estadías en hoteles y otros moños que pongan de nuestro lado a los magistrados.

Somos los boludos que mandan a sus hijos a catequesis mientras Grassi se frota las manos desde la libertad que le da no ser boludo.

Somos boludos porque creemos en un país inclusivo, donde los no boludos dejen de tener la manija y los hilos para manejarnos como títeres.

Somos los boludos que creen en los derechos humanos y que no se comieron nunca el “algo habrán hecho” de los bigotes con olor a wisky. Mientras los no boludos se mueren de viejos en sus casas o de cobardes de un tiro, o tal vez no de cobardes sino de hijos de puta, para nunca decir dónde están los que nos faltan.

Los boludos que pusieron a los más de 300 heridos y a los 7 muertos en Río Tercero para leer en el diario sobre sus tumbas que dictan sobreseimiento.

Somos los boludos con madres y abuelas que usan pañuelos en sus cabezas, y no almuerzan cada mediodía caviar para que los pobres sepan lo que es comer.

Nosotros, los boludos, no tenemos cautelares que impidan que nos corten la luz, el gas, el agua cuando no tenemos para pagarlos.

A estos boludos la Justicia les dice que no pueden avanzar en la investigación de las muertes, desapariciones (sí, en democracia desaparecieron Julio López, Luciano Arruga, Facundo Rivera y hasta Mariela Bessonart) de sus familiares porque está sobrepasada de trabajo. A los no boludos les aceleran las renovaciones de cautelares.

Somos los boludos que renunciaron a los trabajos donde su conciencia les decía que estaban pisando campo enemigo; los boludos que saben que la SIP y ADEPA no defienden ni la prensa, ni la libertad ni mucho menos a los comunicadores, sino las empresas.

Los boludos que saben que las corporaciones mediáticas apoyan golpes militares, buchonean a los zurditos y derrocan presidentes.

Estos boludos, nosotros, todos, buscamos en las bibliotecas el significado de cautelar: “Medidas cautelares son las dictadas mediante providencias judiciales, con el fin de asegurar que cierto derecho podrá ser hecho efectivo en el caso de un litigio en el que se reconozca la existencia y legitimidad de tal derecho”. ¿Dónde está y cuál es la legitimidad de no ser como todos los boludos que debemos acatar las leyer?

Somos muy boludos, y no hay ninguna cautelar que nos proteja de eso. Moriremos boludos, tal vez.

Pero somos los boludos que no bajamos los brazos. Boludos, pero muchos, y cuando los boludos se cansan no hay marcha atrás.

Marcelo J. Silvera


audio:


(c) Permitida la reproducción citando la fuente: (texto y link) Me Quedo Acá - Radio Regional 105.7 - http://mequedoaca.blogspot.com


Citar la fuente no te hace menos periodista, sino mejor persona









viernes, 7 de diciembre de 2012

Monologo: SOMOS BOLUDOS


Siempre me costó expresar malas palabras en los medios, por respeto a quién está del otro lado, por pensar siempre que puede haber un niño y si el ejemplo es que se puede putear a diestra y siniestra lo hará. Pero hoy quiero confesarme: SOY UN BOLUDO, perdón SOMOS.

Somos los boludos a los que la Justicia los obliga a cumplir las leyes. Los que respetan las normas, no por miedo a la autoridad, sino por entender que la vida en sociedad depende del aporte de cada uno, y adaptar el orden puesto por leyes organiza al país.

Somos los boludos que vamos en cana si robamos una gallina. Mientras los que no son ningunos boludos caminan por las calles aireosos y señorones.

Somos los boludos a los que la Justicia los llama para reajustar las cuotas alimentarias sin importarle cuánto ganás, mientras a los no boludos les desestiman las sospechas de apropiación ilegítima de quienes criaron.

Somos los boludos que no tienen la posibilidad de regalar viajes a Miami, estadías en hoteles y otros moños que pongan de nuestro lado a los magistrados.

Somos los boludos que mandan a sus hijos a catequesis mientras Grassi se frota las manos desde la libertad que le da no ser boludo.

Somos boludos porque creemos en un país inclusivo, donde los no boludos dejen de tener la manija y los hilos para manejarnos como títeres.

Somos los boludos que creen en los derechos humanos y que no se comieron nunca el “algo habrán hecho” de los bigotes con olor a wisky. Mientras los no boludos se mueren de viejos en sus casas o de cobardes de un tiro, o tal vez no de cobardes sino de hijos de puta, para nunca decir dónde están los que nos faltan.

Los boludos que pusieron a los más de 300 heridos y a los 7 muertos en Río Tercero para leer en el diario sobre sus tumbas que dictan sobreseimiento.

Somos los boludos con madres y abuelas que usan pañuelos en sus cabezas, y no almuerzan cada mediodía caviar para que los pobres sepan lo que es comer.

Nosotros, los boludos, no tenemos cautelares que impidan que nos corten la luz, el gas, el agua cuando no tenemos para pagarlos.

A estos boludos la Justicia les dice que no pueden avanzar en la investigación de las muertes, desapariciones (sí, en democracia desaparecieron Julio López, Luciano Arruga, Facundo Rivera y hasta Mariela Bessonart) de sus familiares porque está sobrepasada de trabajo. A los no boludos les aceleran las renovaciones de cautelares.

Somos los boludos que renunciaron a los trabajos donde su conciencia les decía que estaban pisando campo enemigo; los boludos que saben que la SIP y ADEPA no defienden ni la prensa, ni la libertad ni mucho menos a los comunicadores, sino las empresas.

Los boludos que saben que las corporaciones mediáticas apoyan golpes militares, buchonean a los zurditos y derrocan presidentes.

Estos boludos, nosotros, todos, buscamos en las bibliotecas el significado de cautelar: “Medidas cautelares son las dictadas mediante providencias judiciales, con el fin de asegurar que cierto derecho podrá ser hecho efectivo en el caso de un litigio en el que se reconozca la existencia y legitimidad de tal derecho”. ¿Dónde está y cuál es la legitimidad de no ser como todos los boludos que debemos acatar las leyer?

Somos muy boludos, y no hay ninguna cautelar que nos proteja de eso. Moriremos boludos, tal vez.

Pero somos los boludos que no bajamos los brazos. Boludos, pero muchos, y cuando los boludos se cansan no hay marcha atrás.

Marcelo J. Silvera


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(c) Permitida la reproducción citando la fuente: (texto y link) Me Quedo Acá - Radio Regional 105.7 - http://mequedoaca.blogspot.com


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